‘Como si hubiera sucedido ayer:’ El legado de un accidente mortal en Gainesville

Para muchos empleados de ‘polleras,’ presentarse al trabajo significa tener que enfrentar un recuerdo traumático
Flowers and candles are seen outside the Foundation Food Group poultry processing plant in Gainesville, Georgia, on Saturday, Jan. 30, 2021. (Photo: Vanessa McCray / Vanessa.McCray@ajc.com)

Credit: Vanessa McCray

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Flowers and candles are seen outside the Foundation Food Group poultry processing plant in Gainesville, Georgia, on Saturday, Jan. 30, 2021. (Photo: Vanessa McCray / Vanessa.McCray@ajc.com)

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El 28 de enero de 2021, María del Rosario Palacios pasó la mayor parte del día llamando a sus seres queridos para asegurarse de que todavía seguían con vida.

Probablemente fue una experiencia común en Gainesville, la ciudad del norte de Georgia situada en el núcleo del sector avícola, donde casi todo el mundo conoce a alguien que trabaja en esa industria. Más temprano ese día, una línea de nitrógeno se había averiado en una planta de la zona, liberando una nube incolora, inodora y mortal. A menudo usado para congelar carne, el nitrógeno puede desplazar el oxígeno en el aire y provocar asfixia.

“Había mucha preocupación porque no se sabía quién había fallecido, quién estaba en el hospital y dónde estaba nuestra gente”, dijo Palacios, una ex trabajadora de planta avícola y activista.

Seis personas terminaron muertas, y al menos una docena más heridas. Cuando las autoridades federales anunciaron casi $ 1 millón en multas al final de una investigación que duro meses, describieron lo ocurrido en las instalaciones de Foundation Food Group como una “tragedia muy prevenible”. Dos años más tarde, esa tragedia sigue proyectando su larga sombra. El trauma que ha generado ha convertido un trabajo que ya era exigente y físicamente agotador en una profesión llena de ansiedad. Los trabajadores ingresan a las plantas con miedo de no poder regresar a casa después de sus turnos, según activistas locales que luchan por los derechos laborales.

El dolor continúa siendo especialmente fuerte entre la comunidad hispana de Gainesville, que representa aproximadamente el 40% de la población de la ciudad y cinco de las seis muertes del 28 de enero. “Justamente ayer, tuve una llamada con una persona que trabajaba en la planta que se largó a llorar porque se acercaba el aniversario [de la fuga]. Y estaba reviviendo todo lo que pasó. Era alguien que trabajaba en el piso donde ocurrió”, dijo Stephanie López-Burgos, de Sur Legal, una organización sin fines de lucro que defiende los derechos de inmigrantes y trabajadores. Lo que pasó “es real para ellos. Todavía se siente como si hubiera sucedido ayer”.

“Casi todo el mundo come pollo. Pero no saben los sacrificios que se requieren de los trabajadores en estas plantas para que el pollo llegue a sus mesas”.

Entre los que perdieron la vida el 28 de enero se encuentran Nelly Pérez y Edgar Vera-García, ambos de 28 años al momento de su muerte. Dejaron una hija, Ximena. Tenía tres años cuando sus padres murieron en el trabajo, ahora tiene cinco y está bajo el cuidado de una tía.

“Es una niña muy inteligente y muy dulce”, dijo Matt Cook, un abogado que trabaja en nombre de Ximena. “¿Te imaginas tener que abrirte un camino en este mundo sin tus padres?”

También fallecieron el 28 de enero de 2021: Jose DeJesus Elias-Cabrera, 45; Corey Alan Murphy, 35; Saulo Suárez-Bernal, 41 y Víctor Vellez, 38.

Sin opciones

Cristian Faur trabajaba en mantenimiento en Foundation Food Group. El 28 de enero de 2021 corrió hacia la zona del escape para intentar rescatar a la mamá de Ximena. Se desplomó por la falta de aire, y se golpeó la cara al caerse, según Cook, quien presentó una demanda en nombre de Faur y otros dos trabajadores que resultaron heridos el día de la fuga.

Cook dice que, después de aproximadamente 25 años trabajando en la industria avícola, Faur renunció a raíz del accidente y se mudó con su familia fuera de la ciudad.

“Cambió totalmente de trabajo. No quiere volver a ver Gainesville nunca más”, dijo Cook.

Para muchos trabajadores inmigrantes, esa movilidad está fuera de su alcance. La presión para mantener a sus niños aquí y, en muchos casos, ayudar a familiares en América Latina significa que pasar solo unos días sin trabajo y sin ingresos para mudarse o cambiar de industria podría ser devastador. Los que están en el país sin estatus legal se sienten especialmente sin opciones, ya que mudarse o buscar trabajo podría atraer sobre ellos una atención indebida. El condado de Hall, donde se encuentra Gainesville, sigue siendo una de las cinco jurisdicciones de Georgia que colabora de forma estrecha con la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). Infracciones como conducir sin licencia pueden poner a los inmigrantes en riesgo de deportación.

January 28, 2021 Gainesville - Aerial photograph of Foundation Food Group where six people were killed and several others were injured Thursday after a liquid nitrogen line ruptured in Gainesville on Thursday, January 28, 2021. Multiple agencies responded to the incident, which happened at a Foundation Food Group poultry plant on Memorial Park Drive at 10:12 a.m., Hall County Fire Services spokesman Zach Brackett said during a news conference. When crews arrived at the scene about 10:20 a.m., they determined the incident involved hazardous materials and called in a hazmat team.(Hyosub Shin / Hyosub.Shin@ajc.com)

Credit: HYOSUB SHIN / AJC

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Credit: HYOSUB SHIN / AJC

Después del escape del 28 de enero, el miedo a las autoridades impidió que muchos trabajadores se sometieran a controles médicos. Muchos también dudaron en colaborar con los investigadores federales. En Gainesville, el 65% de la población nacida en el extranjero carece de estatus legal, la proporción más alta del país, según un informe del Centro de Investigación Pew.

“No tienen otra opción [que seguir trabajando en las plantas avícolas]. Tienen que trabajar en lo que tienen a su alcance”, dijo López-Burgos.

Esa inmovilidad puede tener consecuencias peligrosas, poniendo a los trabajadores en riesgo de ser explotados.

“Cuando una persona se siente tan atrapada en una situación [laboral] y como que no puede dejar a un empleador, eso genera condiciones muy peligrosas”, dijo Palacios.

En un lapso de solo catorce meses después de la filtración de nitrógeno, dos fugas más tuvieron lugar en la misma planta avícola, lo que provocó evacuaciones y más angustia de la parte de los trabajadores. En marzo de 2021, una fuga de amoníaco expuso a los trabajadores a problemas respiratorios. Una investigación sobre el hecho identificó 23 violaciones de seguridad en la planta, ubicada en la Memorial Park Drive de Gainesville. Exactamente un año después, un olor acre se hizo sentir en el aire después de que se derramaran aproximadamente 100 galones de lejía. Para entonces, la planta había cambiado de dueño, de Foundation Food Group a Gold Creek Foods.

López-Burgos dijo que la recurrencia de accidentes químicos ha generado mucha ansiedad. Además, explicó que muchos trabajadores siguen traumatizados por la tragedia que se desató hace dos años.

“Desde la perspectiva de los trabajadores, tienen una forma de culpa de supervivencia”, dijo López-Burgos. “Es algo que todavía pesa mucho sobre ellos. Sus compañeros son su familia, trabajan muchas horas juntos. Es con quienes más tiempo están. Y perderlos fue difícil”.

Empresa sancionada

En los meses posteriores a la fuga de nitrógeno, las familias de las víctimas presentaron seis casos de muerte por negligencia. Varias personas también han demandado por lesiones personales. El litigio se ha centrado en Messer Gas, la empresa que instaló el sistema de nitrógeno líquido en la instalación avícola.

Foundation Food Group no fue nombrado en las demandas de las familias.

El proceso legal ha incluido múltiples rondas de sanciones contra Messer, impuestas por jueces en el condado de Gwinnett, el sitio de la sede local de la empresa.

En diciembre, la jueza de la corte estatal del condado de Gwinnett, Emily Brantley, sancionó a Messer por la retención de cientos de documentos del proceso de relevamiento de pruebas. La empresa había sido sancionada anteriormente por desechar una pieza de una máquina que debería haber sido conservada. En ese momento, Brantley había dicho que la evidencia desechada podría haber sido crítica para el caso de los demandantes y calificó la conducta de Messer como “sorprendentemente inaceptable y, en el mejor de los casos, gravemente negligente”.

“Es realmente la esencia de agregar insulto a la herida”, dijo Cook, el abogado.

Una portavoz de Messer le dijo al AJC que la compañía no había destruido evidencia intencionalmente.

“Al acercarse el segundo aniversario de la tragedia en [Foundation Food Group], entendemos la pérdida desgarradora experimentada por las familias de los fallecidos”, dijo la portavoz de Messer, Amy Ficon, por correo electrónico esta semana. “Messer está comprometido con el objetivo compartido de encontrar las causas de este incidente y hacer nuestra parte para evitar que vuelva a ocurrir”.

Ficon también señaló que la compañía “ha cooperado y continúa cooperando” con los investigadores federales.

Según un informe del Gainesville Times, la mayoría de las demandas de las familias han sido resueltas. Pero entre los que aún esperan una solución jurídica se encuentra Ximena, la niña de cinco años. Para cuando llegue el próximo aniversario de la fuga, ella va a haber pasado la mitad de su vida sin sus padres.

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